viernes, 6 de febrero de 2009

Tarot de Tattwas

Los Tattwas (palabra sánscrita que viene a significar verdadero o auténtico) son figuras geométricas que representan las energías sutiles de la naturaleza. Decir que la representan, no significa afirmar que se trate de símbolos más o menos arbitrarios que se hayan buscado intencionadamente, para poner en sintonía a la mente humana con dichas energías, sino que verdaderamente la forma sutil o mejor dicho la esencia sutil de estas fuerzas, es precisamente la que la geometría sagrada a tribuye a los Tattwas. Así de esta manera, la contemplación o meditación sobre ellos, no sólo puede llevarnos en los primeros estados meditativos a conocer lo que verdaderamente son y representan las fuerzas básicas que originan y mantienen la totalidad del universo, si no que además nos permitirán desarrollar las cualidades físicas y mentales para sintonizar y dominar estas energías, tanto en nuestro propio ser alcanzando lo que el Yoga llama "Siddis" o poderes, como siendo así mismo capaces de aplicar nuestra voluntad en el mundo exterior o fenoménico, realizando las proezas que los mitos atribuyen a los dioses y a los héroes.

Los Tattwas en el trabajo práctico son cinco, tantos como las energías que la física tradicional identifica en el universo.

El primero de ellos se llama AKASHA y corresponde a la idea de espacio como puro marco en el que se han de producir las transformaciones del resto de las energías a lo largo del tiempo bajo la lógica matmática de causa y efecto. Su forma es elíptica, su color el azul índigo, su color complementario el amarillo anaranjado, se le relaciona con el éter como elemento, con los sabores amargos, con el centro de los sitios, con el sonido esencial (Sabda), con la cualidad de modificarse o automodificarse mediante la vibración. También simboliza la energía vital consciente (Prana). La tradición le asocia el poder de la invisibilidad y el otorgar el conocimiento completo de los tres tiempos: pasado, presente y futuro. Así pues, este Tattwa es en sí mismo una verdadera psicomáquina del tiempo. La sílaba mántrica es HAM. En el cábala corresponde a EHEIEH y el arcángel METRATÓN. A niveles de ser humano representa al Yo, como núcleo en torno al cual se desarrolla la personalidad.

El segundo Tattwa recibe el nombre de VAYU, se le asocia con el elemento aire y los gases, con el sentido físico del tacto con los sonidos ultrasutiles (Paravak) y agudos, con los sabores ácidos. Su forma es circular, su color es azul celeste, y su complementario el naranja, su punto cardinal el este, también corresponde a las vibraciones sonoras matrices (Swana). Los poderes que le atribuyen son los de la ligereza, la levitación y la posibilidad de desplazarse en el espacio, no sólo tridimensional sino por los diferentes planos y dimensiones del universo. La sílaba mántrica es PAM, en cábala JEHOVAH, el arcángel RAFAEL y su energía la rotación y el movimiento. A niveles del ser humano corresponde a la mente.

El tercero de los Tattwas es TEJAS, se le identifica con el elemento fuego (en el entran las ondas electromagnéticas, gravitatorias, etc.) su forma es piramidal o triangular, su color rojo, el complementario el verde, está en sintonía con el sentido de la vista, con los sabores picantes, con los solicdos sutiles (Pashyanti) y con los tonos altos, con el punto cardinal Sur. Se le atribuye el poder de la resistencia al calor, las cualidades guerreras, tales como el valor y la capacidad de realizar cualquier tipo de proeza física. En otros niveles superiores el disponer de una reserva inagotable de fuerza capaz de ser proyectada a distancias inimaginables, con la doble polaridad de materializar y construir o de destruir. La sílaba mántrica es RAM, en cábala ELOHIM y el arcángel MIKAEL, su energía es la expansión. A niveles del ser humano se relaciona con la voluntad y el deseo.

El cuarto Tattwa recibe el nombre de APAS, está en sintonía con el elmenento agua, representa a las partículas sub-atómicas y a los propios Tattwas. Su forma es de una creciente luna en color blanco sobre fondo negro, corresponde al sentido del gusto, a los sonidos subliminales (Madhyama) y a los tonos bajos, así mismo está relacionado con los sabores astringentes y con el punto cardinal Oeste. Se le atribuye la cualidad del dominio del elemento agua (caminar sobre las aguas, permanecer por tiempo indefinido sumergido en ellas), así como a niveles superiores poder prescindir de la necsidad de alimentarse y beber. Su sílaba mántrica es VAM, en cábala EL y el arcángel GABRIEL, su energía es la contracción. En el ser humano representa todo lo emocional.

Por último el Tattwa PRITHIVI, al que se relaciona con las partículas atómicas (Tanmatras) y con la materia en su máxima densidad, por consiguiente con el elemento tierra, con el sabor dulce, con los sonidos audibles (Varkahari), con los tonos bajos y con el sentido del olfato. Su forma es cúbica o cuadrada, su color el amarillo y su complementario el color violeta. Los poderes que se le atribuyen son el  primer término la alegría y la salud, y en otro sentido el dominio del cuerpo físico, la prolongación de la existencia, el cambio de forma o de aspecto, la transferencia de conciencia a cualquier cuerpo, así como la posibilidad de hacerse denso como una roca y totalmente inamovible. La sílaba mántrica es LAM, en cábala ADONAI y el arcángel AURIEL, y la fuerza asociada la cohesión. A niveles del ser humano se relaciona con el cuerpo físico y la sensación.

Existen dos Tattwas más, ADDY y ANUPADAKA, el primero aparece en este tarot y sólo diremos de él que representa la raíz original y primigenia de la conciencia, también el silencio y vacío absolutos, corresponde al segundo de los velos de la existencia negativa de la cábala o AIN SOPH, su forma es romboidal y su color el azul eléctrico oscuro.

Los Tattwas manifiestan su influencia en nuestro planeta cada 24 minutos a partir de la hora de la salida del sol, haciendo que tanto la materia como los seres vivos se vean influidos por una de estas energías, generando una tendencia. Así según sea la cualidad del Tattwa que en ese momento vibre en nuestro entorno y  en nosotros mismos, podremos utilizarla para facilitar asuntos relacionados con nuestros intereses pernsonales, o bien para situarnos en sintonía con dichas fuerzas desarrollando así nuestras capacidades latentes. La secuencia de los Tattwas a partir del instante de la salida del sol, comienza con AKASHA, continúa con VAYU, sigue con TEJAS, después APAS y por último PRITHIVI, el ciclo total dura exactamente 2 horas, pasadas las cuales vuelve a repetirse y así a lo largo de las 24 horas del día.

Fuente: Tarot de J.A Portela

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